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Lagunas de Ruidera

Guía de servicios e información turística

Turismo en Castilla La Mancha

Nos encontramos ante el más excepcional y extenso humedal de Castilla La Mancha.

Rutas Turísticas

El parque te ofrece la posibilidad de realizar rutas turísticas en un marco natural incomparable. Su red de caminos es perfecta para conocerlo desde dentro a pie o en bicicleta. Empresas especializadas ofrecen rutas en quads, piragua, etc.
nota. Pinchando sobre los botones obtendra mas información.

Ruta de la Laguna Blanca

Acceso A pie y en vehículo
Desnivel 60 metros
Desnivel 1 hora
Tiempo aproximado 8 kilómetros
Población Ossa de M.- Villahermosa
La ruta sigue las márgenes de la laguna Conceja. Tras un corto repecho se asoma a la altiplanicie del Campo de Montiel. Enseguida baja a la laguna Blanca, la primera y más alta de todas las lagunas del Parque. Este itinerario permite conocer a pie o en bicicleta , con la ayuda de este folleto y de estacas en el campo, ciertos aspectos culturales y naturales del Parque.
Los árboles singulares.
1
Un paisaje sonoro
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Una central eléctrica.
3
El nacimiento de un río.
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La laguna Blanca.
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1. Los árboles singulares.
Subiremos en vehículo hasta la laguna Conceja, donde al finalizar la carretera asfaltada encontramos un panel informativo de esta ruta además de un aparcamiento donde dejar el automóvil. En el parque natural se conservan varios árboles que pueden considerarse como singulares por su aspecto, altura, diámetro de la copa, perímetro del tronco o antigüedad. Algunos de ellos como la sabina, el nogal o la copuda encina aparecen a lo largo de esta ruta. No pasan desapercibidos, tan solo hace falta buscarlos en el paisaje. Un cinturón de vegetación rodea esta laguna formando una autentica barrera entre la tierra firme y la lámina de agua. Se trata de plantas que tienen su base sumergida en el agua, pero con las hojas y las flores emergentes. El carrizo la más común, hunde sus largas raíces en aguas poco profundas, colonizando grandes extensiones. Las eneas o espadañas, con el sistema radicular mucho más reducido, prefieren las aguas un poco más profundas y ricas en nutrientes.
2. Un paisaje sonoro
A partir de la laguna Tomilla el entorno recupera su soledad. Con las primeras brumas y al atardecer, ya no se oyen otras voces que la del estridente aullido del rascón, los trompeteos de la focha y de la polla de agua, o el carranqueante sonido de los carniceros. El denso carrizal que rodea la lámina de agua es todo un mundo de sonidos. Estas plantas y las aves son buenas amigas, les sirven de alimento, protección para nidificar y para mantenerse tranquilas y seguras.
3. Una central eléctrica.
El río Guadiana y sus lagunas han sido aprovechadas por el ser humano a lo largo de la historia. Los molinos harineros o los batanes fueron los primeros en usar la fuerza del agua. A principios del siglo pasado, las centrales hidroeléctricas adquirieron el caudal del río para producir energía eléctrica. La del Ossero era una de ellas, tomaba el agua de la Laguna Blanca y llego a producir 80 kw/hora. A día de hoy no queda ninguna en funcionamiento.
4. El nacimiento de un río.
El Campo de Montiel es un altiplano ligeramente ondulado punteado de encinas y alomados ocres. Su substrato calcáreo, muy permeable, se comporta como una poderosa esponja que absorbe las aguas de las lluvias generando un riquísimo acuifero. Después de un largo viaje subterráneo, el agua abandona el almacén y alumbra en manantiales y fuentes. El río Guadiana, el viejo Anas de los romanos y el Wadi-Anas de los árabes, nace de uno de estos rebosaderos, en una de las zonas más altas de la altiplanicie.
5. La laguna Blanca.
Es la primera del rosario de lagunas que conforman el Parque Natural. Debe su nombre a las tobas blancas que cubren su fondo y que quedan al descubierto cuando se seca. La escasez de lluvias y los caudales extraídos para el riego son los responsables de las notables variaciones que experimenta la altura de la lámina de agua y, que a menudo llegue a secarse. El monte mediterráneo y el matorral instalados en las laderas constituyen uno de los últimos testigos de cómo debió ser en otro tiempo la vegetación que cubría toda la región. El bosque mediterráneo es un ecosistema rico e interesante por su biodiversidad. La carrasca, parecida a la encina pero de porte más pequeño, junto a la sabina forman un arbolado abierto. En los claros aparecen matorrales densos y bajos de espinos negros, aulagas, espartales y el aromático romero; en la solana, la jara y los tomillares.