Un pan moreno o de miga dura (del día anterior)
Un pimiento verde
6 dientes de ajo
250 gr. de chorizo
100 gramos de panceta
1 dl de aceite (una tacita)
Sal
Se corta todo el pan a rebanadas finas o mejor a pellizcos, se pone en una fuente honda y se le echa un poco de agua templada, con sal. El agua se va echando poco a poco por encima del pan, de manera que se vaya remojando, sin que quede "enguachirnao". Entonces dejar reposar durante unas horas, cubierto con un paño. Se pelan los ajos y se cortan en láminas. Se corta el chorizo en rodajas y la panceta en taquitos. Se pone una sartén honda al fuego con el aceite. Echar los ajos y cuando estén dorados, bajar el fuego y agregar el chorizo y la panceta, darle vueltas con la rasera y cuando haya soltado la grasa agregar el pan y seguir moviendo con la rasera, cortando y moviendo constantemente para evitar que las migas se peguen y para conseguir que queden sueltas, cuando el pan se ve en forma de migas, sueltas y doradas, apartar la sartén del fuego y ya se pueden comer, por el procedimiento de cucharada y paso atrás.
Arroz
Garbanzos
Manita de Cerdo
Rabo y oreja de cerdo
Una cabeza de ajos
Laurel
Cebolla
Tomate natural
Pimentón dulce
La noche anterior se ponen en remojo los garbanzos con un poco de sal, si la carne del cerdo es fresca. Si la pata el rabo y la oreja fueran saladas, se pone todo junto en remojo.
Al día siguiente se pone todo en un puchero de barro, con agua, laurel y una cabeza de ajos.
Cuando esté todo cocido, se hará a parte un sofrito de cebolla, tomate y una cucharadita de pimentón dulce. Luego se rehoga el arroz con esto y se la echan los garbanzos, pata, rabo y oreja con el caldo, calculando que al final quede seco.
Este plato lo podemos tomar en fechas próximas a la festividad de San Antón.
Panceta fresca
Chorizo fresco
Ajos secos
Sesos de cordero
Aceite de Oliva
Sal
Huevos de corral
Este es un plato tradicional de la comarca de los Campos de Montiel y que ya la magistral obra de Cervantes recoge en sus primeras líneas de texto. Don Quijote de la Mancha, según reza la obra, ya los degustaba los sábados por la mañana.
En una sartén rehogamos la panceta troceada, añadimos el ajo cortado en finas laminas y el chorizo también troceado. Cuando toma color añadimos los sesos de cordero en pequeños trozos. Salamos al gusto y rompemos en la sartén los huevos que revolveremos con el preparado. Acompañaremos de rebanadas de pan frito el plato y lo degustaremos preferiblemente con un buen tinto crianza de alguna de las bodegas de la comarca.
1 Litro de Agua o Caldo elaborado con huesos
1/2 pan sobao de días anteriores
3 dientes de ajo
Pimentón Denominación de origen
Virutas de jamón ibérico
Sal
Aceite de oliva
La sopa de ajo es un tipo de sopas que contiene fundamentalmente agua o caldo, pan (que suele ser pan duro que ha sobrado de días anteriores), pimentón, laurel, ajo y aceite de oliva).Se trata de una sopa de origen humilde, pero como todo plato popular, está sometido a múltiples variantes, según la economía de la familia y los gustos de la cocinera o cocinero, por lo que es común que se le añadan otros ingredientes, como huevo, chorizo, tocino frito, jamón, bonito, etcétera.
Saltear los ajos con el pan y finalmente agregar el pimentón y el jamón y mojar con el caldo.
El conjunto puede estar mucho tiempo en agua caliente, dependerá de la cantidad a servir puede ser entre una hora y dos. El toque final, unos minutos antes de servir, suele ser los huevos que se echan sobre la sopa, rompiéndolo sobre la superficie exterior, de tal forma que la yema se remueve (con una cuchara de palo) por el interior de la sopa y la clara forma una especie de hilos blancos característicos de esta sopa. Cuando se sirve debe estar muy caliente, es muy tradicional emplear cazuelas de barro.
Dientes de ajo (1 cabeza)
1/4 o 1/4 y mitad de longaniza
1 morcilla de cebolla tierna
Aceite de oliva virgen extra
Agua (entre 2 y 3 litros)
Sal
Harina 1,5 Kg.
1 cebolla pequeña o un par de cebolletas tiernas
1 gachamiguera