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Turismo en Castilla La Mancha

Nos encontramos ante el m�s excepcional y extenso humedal de Castilla La Mancha.
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Campo de Criptana

Cueva La Paz. Los molinos son sin duda el paisaje caracter�stico de Campo de Criptana, ofreciendo su silueta en la Sierra de los Molinos y en el Cerro de la Paz. Convertidos en museos y en la Oficina de Turismo, todos los s�bados se pone uno de los restaurados en funcionamiento.
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Historia

El territorio que circunda a Campo de Criptana fue poblado desde �pocas prehist�ricas, de las que en diversos parajes se van encontrando restos de utillaje de caza, recolecci�n y agricultura, as� como de cer�mica, sobre todo del per�odo del Bronce. De tiempos hist�ricos lo que m�s abunda son yacimientos ib�rico-romanos.
Los or�genes del n�cleo urbano de Campo de Criptana se fechan en el siglo XIII aunque el territorio municipal fue ocupado por el hombre mucho antes. Numerosos restos arqueol�gicos y documentos hist�ricos citan la existencia de n�cleos habitados desde el periodo del Bronce. Al menos desde la Edad Media se tiene constancia de varios asentamientos de cierta entidad denominados Criptana, Villajos, Posadas Viejas y El Campo, as� como de otros de menor importancia como Villagordo, El Pico de la Solana, etc.

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Criptana, emplazada a unos dos kil�metros al este del n�cleo urbano actual, figura como un lugar que, con la denominaci�n de Chitrana, fue cedido en 1162 por la Orden de San Juan al caballero moz�rabe toledano Miguel Assaraff para que lo repoblara. Posteriormente pas� a la Orden de Santiago constituy�ndose como el centro de una encomienda con bienes tambi�n en Villajos y Pedro Mu�oz. En el siglo XIV ya estaba despoblada.

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El lugar denominado Villajos, a unos 4 km hacia el norte del n�cleo urbano acual, ha sido ocupado por el hombre desde tiempos prehist�ricos y aparece citado en 1162, junto con Chitrana, Kero y Attires, como propiedad de la Orden de San Juan. En varios documentos medievales es citada con otros nombres como Villa de Alios y Villa de Ajos. Se despobl� a partir del siglo XII y sobre la primitiva iglesia del n�cleo se levant� la actual ermita.

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Apenas existe informaci�n documental de Posadas Viejas salvo que estaba situada en las cercan�as del Camino de la Puente, al sur de la actual l�nea del ferrocarril, y que se depobl� en torno a 1300.

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El Campo surgi� en el emplazamiento actual del n�cleo urbano, en torno a una posici�n fortificada del cerro de la Paz que cumpl�a funci�n de avanzadilla del Castillo de Criptana. Pese a ser el n�cleo m�s reciente, surgido con la repoblaci�n en el siglo XIII, atrajo a la poblaci�n de los n�cleos circundantes, tal vez por lo saludable de sus aguas y sus aires. Los asentamientos citados anteriormente acabaron por desaparecer a favor del nuevo n�cleo que, con el nombre de Campo de Criptana, aparece documentalmente a comienzos del siglo XIV.

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A lo largo de la Edad Media, el n�cleo fue aumentando su poblaci�n favorecido por las facilidades que iban dando los distintos Maestres de la Orden de Santiago. En las Relaciones Topogr�ficas de Felipe II (1575) se le adjudican unos 1.000 vecinos (entre cuatro y cinco mil habitantes) que en el primer decenio del siglo XVII, llegar�an a los 1.300/1.500. Desde esa fecha su demograf�a mostr� el estado de postraci�n de una sociedad rural afectada muy negativamente por la climatolog�a, las epidemias, las malas cosechas y la excesiva presi�n fiscal. La recuperaci�n fue muy lenta hasta bien entrado el siglo XIX.

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La econom�a municipal, basada en la agricultura tradicional mediterr�nea (cereales, olivo y vid) con el complemento de la ganader�a lanar, mantuvo sus caracter�sticas hasta principios del siglo actual, �poca en la que se observan los inicios de una cierta industrializaci�n a partir de los productos del sector primario, destacando la fabriaci�n de harina y, sobre todo, la elaboraci�n de vinos. La aparici�n del ferrocarril en la segunda mitad del siglo XIX tuvo una notoria influencia en dicho proceso de industrializaci�n. En la segunda mitad del siglo XX se a�adi� el turismo como nuevo elemento dinamizador de la econom�a local.

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Hasta 1999 tambi�n formaba parte del territorio municipal el n�cleo de Arenales de San Gregorio que, situado a 13 km al sudeste del n�cleo principal, contaba con unos 700 habitantes. Desde esa fecha Arenales de San Gregorio constituye un t�rmino municipal independiente.

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